Conoce el Pasado, Presente y Futuro del Edificio Samy de Maracay. Un Ícono de Desarrollo e Innovación

El Edificio Samy del Boulevard Pérez Almarza representa un ícono para Maracay, por su valor histórico, innovación, ubicación y oportunidades de desarrollo para el centro de la ciudad. Compañero de generaciones y un símbolo que representa que los sueños sí se pueden lograr.
Para conocer más de su historia, Samy Yecutieli, nieto del Sr. Samuel Yecutieli y propietario del edificio, nos cuenta más sobre esta interesante historia.
1. ¿En qué año se construyó el Edificio Samy de la Av. Bolívar de Maracay y quién tuvo la idea?
La construcción del Edificio Samy comenzó en 1968 y fue inaugurado en 1971, marcando un antes y un después en la arquitectura y el comercio de Maracay. La idea y ejecución del proyecto fueron impulsadas por mi abuelo Samuel Yecutieli Cohen, un visionario comerciante judío que transformo el centro de la ciudad con un desarrollo inmobiliario de gran escala.
Inspirado en Macy’s de Nueva York, mi abuelo visualizó una tienda por departamentos y un conjunto residencial en un mismo edificio, un concepto innovador para la ciudad en ese momento. La construcción estuvo a cargo de la Constructora Sambil, liderada por el ingeniero civil Salomón Cohen, con la participación de la arquitecta Celina Bentata, quien posteriormente recibiría el Premio Nacional de Arquitectura en Venezuela. Hasta hoy en día, este es el primer y único edificio residencial construido por Sambil fuera de Caracas.
2. ¿Qué impacto tuvo en la ciudad e incluso en el resto del país?
El Edificio Samy marcó el inicio de la modernización comercial y residencial de Maracay. Fue la primera construcción de gran altura con un centro comercial integrado, un modelo que hasta ese momento solo existía en las grandes capitales del país.
En términos económicos, generó cientos de empleos directos e indirectos, desde la construcción hasta la operación de la tienda y otros negocios asociados. También revalorizó la Avenida Bolívar, consolidándola como el principal eje comercial de la ciudad.
A nivel nacional, Tiendas Samy introdujo en Maracay el concepto de tienda por departamentos, ofreciendo una experiencia de compra moderna. Prensa, empresarios y políticos de la época lo calificaron como un proyecto icónico que posicionaba a Maracay al nivel de las grandes ciudades del país.
3. ¿Cuáles fueron las características de la obra?
El Edificio Samy se destacó por su imponente estructura de 18 pisos, convirtiéndose en una de las edificaciones más modernas y emblemáticas de Maracay durante las décadas de los 70 y 80. Sus primeros cuatro niveles estaban destinados a la Tienda Samy, una innovadora tienda por departamentos que ofrecía una experiencia de compra organizada por secciones. El sótano se utilizaba como depósito de mercancía, mientras que la planta baja albergaba una cafetería, mueblería, artículos para el hogar y ropa de caballeros. En el primer nivel se encontraba la sección infantil, y el segundo nivel estaba dedicado a la moda femenina. Por encima de la zona comercial, los 14 pisos superiores fueron diseñados para apartamentos residenciales, cada uno con un área de 100 a 150 m², distribuidos en cuatro unidades por piso. En cuanto a su infraestructura, el edificio contaba con ascensores Schindler modernos y escaleras mecánicas dentro de la tienda, lo que garantizaba accesibilidad y comodidad a los visitantes. Además, se empleó mármol de lujo en su interior, cuidando la continuidad de las vetas para lograr una estética sofisticada y armoniosa.
4. ¿Qué visión tenía Tiendas Samy?
Tiendas Samy nació con la misión de convertirse en la primera tienda por departamentos de Maracay, ofreciendo una experiencia de compra moderna, cómoda y accesible para los consumidores. Inspirada en grandes almacenes internacionales, su concepto revolucionó el comercio local al reunir una amplia variedad de productos en un solo lugar. Desde su apertura, se enfocó en ofrecer precios competitivos y psicológicos, implementando estrategias de fijación de precios como la venta de productos a Bs. 99,95 en lugar de Bs. 100, lo que generaba una percepción de mayor accesibilidad. La tienda se caracterizaba por su orden y limpieza, con amplios pasillos bien iluminados y organizados por secciones, facilitando la movilidad de los clientes. Además, Tiendas Samy implementó un enfoque innovador en el servicio al cliente, creando eventos y promociones especiales para atraer compradores y consolidarse como el destino predilecto de la ciudad para la adquisición de ropa, muebles y artículos para el hogar. Su diseño interior buscaba que la experiencia de compra fuera placentera, convirtiéndola en un ícono del comercio en Maracay.
5. ¿Cuántas sucursales llegó a tener y en dónde estaban ubicadas?
Antes de la inauguración del Edificio Samy, mi abuelo Samuel Yecutieli y sus 3 hijos, José, Simon y Benjamín operaban dos sucursales en la Avenida Miranda, que se convirtieron en un pilar fundamental para el financiamiento del proyecto. Estas sucursales ofrecían los mismos productos y permitieron generar ingresos continuos para cubrir los pagos quincenales de la construcción. Las dos sucursales operaron en paralelo con la tienda principal durante décadas, hasta que fueron vendidas debido a la edad de los propietarios y su emigración a Israel.
6. ¿Qué otras edificaciones nuevas se construyeron?
Además del Edificio Samy, Samuel Yecutieli y sus 3 hijos invirtieron en la construcción de varios edificios residenciales en Caracas. En Maracay, estos proyectos fueron gestionados exclusivamente por la familia, aumentando la oferta de viviendas y consolidando su legado en el desarrollo urbano de la ciudad. En Caracas, participaron como inversionistas en varios desarrollos inmobiliarios residenciales. A través de estas edificaciones, la familia Yecutieli contribuyó al aumento de la oferta inmobiliaria en ambas ciudades.
7. ¿Qué desafíos enfrentó la construcción?
El desarrollo del Edificio Samy enfrentó múltiples desafíos financieros, logísticos y administrativos que pusieron a prueba la determinación de Samuel Yecutieli y sus tres hijos. En primer lugar, la financiación de una obra de tal magnitud representó un reto significativo. Para garantizar el flujo de capital necesario, se autofinanció el proyecto con las ganancias de las tiendas en la Avenida Miranda, lo que permitió cubrir los pagos quincenales a la constructora sin depender de préstamos bancarios. A nivel logístico, la ampliación de la Avenida Bolívar generó retrasos en la construcción y modificó la planificación original del edificio. Inicialmente, el proyecto contemplaba una zona de estacionamiento, pero debido a la reducción del terreno disponible, se tuvo que prescindir de esta área, obligando a rediseñar la distribución del acceso. Además, la construcción superó retos en la adquisición de ciertos materiales, como el mármol y los ascensores Schindler, que debían ser importados. Las demoras en su llegada pusieron presión sobre los plazos de entrega, pero a través de negociaciones con proveedores y autoridades municipales, se lograron superar estos obstáculos. A pesar de estos desafíos, el compromiso y la perseverancia de mi familia aseguraron que la obra se completara con éxito y se convirtiera en un referente arquitectónico y comercial en Maracay.
8. ¿Se podría decir que el Sr. Samy tuvo una visión similar a la del Sr. Sindoni pero en tiempos distintos?
Ambos transformaron Maracay, pero con enfoques distintos. La familia Yecutieli se enfocó en el comercio y la construcción inmobiliaria, mientras que Sindoni apostó por la industrialización. No hubo contacto entre ellos. Aunque sus caminos nunca se cruzaron, ambos empresarios compartían una visión de progreso para la ciudad, cada uno impulsando el desarrollo en su área de especialización. Mientras que nosotros fomentamos el crecimiento comercial, Sindoni consolidó la ciudad como un centro de producción industrial. Ambos aportes dejaron un impacto duradero en Maracay, cada uno a su manera, demostrando que la innovación y el emprendimiento pueden cambiar el destino de una ciudad. Ambos fueron extranjeros que se enamoraron de la ciudad jardín y la hicieron su lugar de crecimiento familiar y empresarial.
9. ¿Qué otro legado dejó en Maracay?
Mi abuelo, Samuel Yecutieli también contribuyó al desarrollo de la comunidad judía local, apoyando la creación de espacios para servicios religiosos y fortaleciendo la vida comunitaria. Además, su legado en el comercio sirvió de inspiración para otros empresarios locales que vieron en su éxito un modelo a seguir para emprender en Maracay y más allá. Su visión y ética de trabajo marcaron a una generación de comerciantes y empresarios que entendieron la importancia de la innovación y la perseverancia. Más allá de sus logros financieros, dejó un legado de integridad, trabajo arduo y compromiso con el crecimiento de la ciudad.
10. ¿Se tiene previsto restaurar el Edificio Samy?
Recientemente, el edificio fue vendido al empresario Benito Bande, quien trabaja en la recuperación del área residencial afectada por inquilinos morosos y ocupaciones ilegales. Además, se está realizando una remodelación total del área comercial.
Requiere una fuerte inversión en reparaciones y actualizaciones para rescatarlo tras años de abandono y negligencia. A pesar de los desafíos, la restauración del Edificio Samy representa una oportunidad para revitalizar la Avenida Bolívar y devolverle su antiguo esplendor. Su recuperación significaría devolver el prestigio y la modernización al centro de Maracay, restaurando un ícono arquitectónico que alguna vez fue símbolo de progreso y visión comercial.
11. Algunas anécdotas sobre el edificio Samy
Una anécdota emotiva que aún recuerdan muchos clientes es el impacto de las escaleras eléctricas dentro de Tiendas Samy, las primeras en la ciudad. Eran una atracción para niños y adultos, que las veían como un símbolo de modernidad y progreso. Muchos niños de la época, maravillados por esta novedad, disfrutaban subiendo y bajando repetidamente, convirtiéndolas en parte de la experiencia inolvidable de visitar la tienda.
Muchos clientes recuerdan la emoción de recorrer los amplios pasillos iluminados y la variedad de productos disponibles, algo novedoso para la ciudad en ese momento. Además, algunos empleados relatan cómo trabajar en Tiendas Samy fue su primera experiencia laboral, aprendiendo valores como la disciplina y el servicio al cliente.
Los incendios que afectaron el Edificio Samy en la Avenida Bolívar y la Comercial Samy en la Avenida Miranda pusieron a prueba la resiliencia de la familia Yecutieli. La destrucción fue grande, pero aún mayor fue la determinación de la familia Yecutieli. Las tiendas fueron reabiertas, demostrando que la grandeza no está en evitar las caídas, sino en la capacidad de levantarse. Más allá de las pérdidas materiales, estos incendios dejaron una lección invaluable: el fuego puede consumir estructuras, pero jamás extinguirá la voluntad de seguir adelante.
12. Un mensaje para los soñadores de grandes proyectos
Hablar del Edificio Samy es hablar de visión, perseverancia y legado. Más que una obra de ladrillos y concreto, el Edificio Samy es el reflejo de un hombre que creyó en el potencial de su ciudad. Para mí, la historia de este edificio representa el espíritu de mi abuelo, Samuel Yecutieli, un hombre que supero obstáculos y las convirtió en oportunidades para construir algo más grande.
A medida que más documento la vida de mi abuelo, descubro nuevas dimensiones de su grandeza personal. Fue un pionero, un hombre que, con esfuerzo, sacrificio y un inquebrantable sentido del deber dejó una huella imborrable en su familia y en Maracay. Es mi fuente de inspiración, un faro que ilumina mi camino y me recuerda que, con determinación, los sueños pueden hacerse realidad.
A quienes sueñan con construir algo significativo, les sugiero crear su visión, rodearse de personas que compartan su pasión y nunca rendirse porque todo lo que ocurre es para bien. Los grandes proyectos requieren sacrificios, pero también dejan un legado que trasciende generaciones. El Edificio Samy es prueba de ello.